miércoles, 25 de mayo de 2011

INTERNACIONALIDAD

L'histoire de Pinocchio est bien connu aujourd'hui, leurs origines de la plume de Carlo Collodi en 1883 a laissé un classique immortel, bijou de la littérature mondiale: Pinocchio. L’influence de la narration dans l'art agrandir au fil des ans, du théâtre au cinéma à travers la littérature. Il y a beaucoup  de filmes entre eux Il y a de nombreux films versions de cette histoire. Le comte italien Giulio Cesare  antamora en 1911  représenter leurs aventures dans un film muet, colorées à la main et joué par Polydor pendant 30 minutes. En 1932, les Japonais Nabur Ofuji produit en utilisant une technique expérimentale avec des marionnettes animées d'une autre version de l'histoire. La version précédente de Pinocchio P3K a   Pinocchio 3000, qui a été joué par   l'acteur et réalisateur Roberto Benigni en 2002 et, le filme classiques Pinocchio, dont la première Disney en 1940 c’es le plus connu. Le film a été projeté pour la première fois  le 7 Février 1940, au Théâtre du Centre à New York et malgré sa grande qualité, a été un échec économique dans ses premiers instants. La cassette a été publiée le 17 Juillet de cette année en Argentine, 10 Octobre 1940 à l'Uruguay et le 7 Février 1944 à l'Espagne. C'est une histoire qui est connu internationalement et a été traduit en plusieurs langues et a été analysé de manière exhaustive.

La historia de Pinocho es muy conocida en la actualidad, su origen de la pluma de Carlo Collodi en 1883 dejó una joya inmortal clásico de la literatura universal: Pinocho. La influencia de la narrativa en el arte más grande en los últimos años, del teatro al cine a través de la literatura. Se ha hecho muchas versiones en el cine de este cuento. El conde italiano Guilio Cesare Antamoro en 1911 represento sus aventuras en una filme mudo, coloreado a mano e interpretado por el actor Polydor de 30 minutos de duración. En 1932 el japonés Naburo Ofuji produjo usando una técnica experimental con muñecos animados otra versión del cuento. La versión anterior P3K de Pinocho 3000, interpretada por  el actor y cineasta Roberto Benigni en 2002, y la clásica película de Pinocho, que se estrenó en 1940 Disney es la versión  más conocida. La película se proyectó por primera vez 07 de febrero 1940, en el Centro de Teatro de Nueva York ya pesar de su alta calidad, ha sido un fracaso económico en sus primeros momentos. La cinta fue publicada  el 17 de julio de este año en Argentina, 10 de octubre 1940 en Uruguay y 7 de febrero de 1944 en España. Es una historia que es conocida internacionalmente y ha sido traducido a varios idiomas y se ha analizado de forma exhaustiva.

En 1883 el editor Felice Paggi de Florencia la publica íntegramente y en la actualidad ha llegado a tener 187 ediciones y traducida a 260 idiomas y dialectos.
 

El primer Pinocho en castellano se publicó en Florencia en enero de 1900 con el título de Piñoncito o las aventuras de un títere.
En España, la primera versión de Las aventuras de Pinocho fue publicada en 1912, en la editorial de Saturnino Calleja de Madrid, con ilustraciones de Salvador Bartolozzi, adaptándose la historia al Madrid de la época. La versión de Calleja tuvo de inmediato un gran éxito de público y Pinocho empezó a calar como personaje popular.
Cinco años después, el dibujante Bartolozzi se atrevió a dibujar y escribir una serie de 48 fascículos en los que inventa una continuación de las aventuras de Pinocho. El muñeco será futbolista, detective, navegante, emperador, viajero a la China, a la India, a una isla desierta, al país de Jauja... Bartolozzi le añadió un enemigo fijo, Chapete, muñeco de trapo rechoncho.

Pinocho en español
En 1914, Juventud publicó una nueva edición de Pinocho en traducción de María Teresa Dini y con dibujos de J. Vinyals.
A partir de 1940, como en el resto del mundo, las adaptaciones basadas en la película de dibujos animados de Walt Disney son las que más éxito tienen.
Hay que esperar a los años setenta para encontrar una nueva edición fiel al original, la de Alianza en su colección de bolsillo, con traducción de María Esther Benítez Eiroa, las ilustraciones antiguas de Attillo Musino y prólogo de Rafael Sánchez Ferlosio. Nuevas ediciones del libro aparecerán a partir de su centenario, en 1983.


El patrimonio común de los europeos escritor por Donald Sassoon


Carlo collode, el autor de Pinocho, sí. Resulta un desconcertante que un libro dirigido a los niños, escrito por el hijo de un cocinero y una criada, haya podido convertirse en una de las exportaciones literarias italianas más famosas del siglo XIX.
Carlo Lorenzini, ése era el verdadero nombre de collidi, nació en 1826. Tras pasar un tiempo como ayudante de una librería se hizo oficinista y, finalmente, llegó a ser un modesto periodista. Escribió toda una serie de libros sin éxito. A los cincuenta años, un editor florentino le encargó que realizase una nueva traducción de algunos de los cuentos de hadas de Perrault. Esto le dio la idea de escribir libros educativos para niños que se ajustaran al punto de vista que predominaba en Italia respecto al modo en que debía escribirse para el público infantil: el argumento y la caracterización de los personajes debía ser una excusa apenas velada para ofrecer a los jóvenes lectores una gran cantidad de información útil. Al final nació el relato de Pinocho. La primera versión se publicó por entregas en el GIORNALE DEI BANBINI  (a partir del 7 de julio de 1881) con el título de storia de un burattino (historia de un títere). La última entrega se publicó en 1883. Esta publicación por entrega relativamente dilatada se debió a que era frecuente que el autor, que llevaba una vida de afición al juego y la bebida, dejara de entregar a tiempo su texto. Después, los editores, los hermanos Paggi de Florencia, pidieron al artista Enrico Mazzanti que elaborara las ilustraciones para la versión encuadernada. En 1940, con algunos mínimos cambios, Walt Disney adoptaría la forma en que Mazzanti imaginó a Pinocho, incluyendo los ridículos pantalones tiroleses.
El éxito mundial de Pinocho no fue instantáneo, pero el número de ediciones y de traducciones crecía continuamente, y hubo muchos países que adaptaron el nombre de su protagonista y mirificaron el argumento. La versión alemana de 1913, publicada por el editor católico Herder, se reimprimió en ochenta y cuatro ocasiones, llegando a vender un total de trescientos mil ejemplares en las décadas posteriores. Su título era Die Geschichte vom hölzernen Bengele (la historia de un niño de madera), y estaba ilustrado por Wolfgang Felten, quien imitó el estilo de Wilhelm Busch, el creador de “Max y Noritz”, una de las primeras tiras cómicas modernas (1865). Pinocho llevaba los mismos vestidos que ellos, y recibió un nombre alemán: Bengel (“niño”, o “golfillo callejero”). Otras traducciones le llamaron Bimbo (“niño en italiano) o Kasperl (un célebre muñeco alemán). En 1905, Otto Julios Bierbaum realizó una adaptación muy libre titulada Zäpfel Kerns Abenteuer) Las aventuras de Piña). Aquí Pinocho, en lugar de convertirse en un niño de verdad como en el original, prefería, en lo que es un flagrante ejemplo de primitivismo alemán, recobrar su forma original de trozo de madera y regresar al bosque con sus hermanos los árboles. La primera dedición rumana (1911) también cambiaba los personajes: Pinocho se convirtió en Tandarica (“astilla”). En Checoslovaquia, país en donde se realizó la traducción en 1929, se le conocía como “Nuececita”, quizá porque, por entonces, las piñas (que en italiano se denominan pinolos y habían sido el punto de partida del nombre original) se desconocían en Checoslovaquia. En Rusia, tras una primera traducción realizada en 1908, se divulgó la versíon de Alexis N. Tolstoi (1882-1945), quien habría de ser condecorado con la Orden de Lenin en 1938. Escrita en la década de 1920, se basaba en el vago recuerdo que conservaba Tolstoi de haber leído el original italiano. Fue esta segunda versión la que se tradujo a todas las lenguas de la Unión Soviética. En la primera versión inglesa (1891), se eliminó todo lo que pudiera disgustar a los niños victorianos: la mutilación de las orejas del burro y de la pata del gato, el despachurramiento del grillo, etc. En 1893 se habían publicado en Italia 135 ediciones ilustradas, y había habido además un gran número de publicaciones derivadas del original, entre las que figura, entre los años 1927-1928, una cuyo título español sería “Pinocho el fascista”.
Es imposible determinar por qué tuvo tanto éxito este relato. Sus principales elementos se hallan presentes en un buen número de narraciones y mitos, la mayoría de naturaleza religiosa: Pinocho- al igual que Jesús, Moisés, etc.- tiene un nacimiento misterioso, su padre. O creador, se llama Gepetto (uno de los muchos apelativos de Giuseppe, es decir, José en italiano) y es carpintero. Carece de madre, aunque el hada que le protege (que en italiano es la fata dai capelli turchini, o “hada de cabellos turquesa”- pese a que se vuelva rubia en la película de Disney) pudiera ser un doble de la Virgen María. Lo habitual es que Pincho sucumba a la tentación en lugar de escuchar al grillo (el Grillo Parlante, según lo llama el original, Pepito Grillo en la traducción española- o Jiminy Cricket en la versión de Disney-), que representa la voz de la conciencia o la de la autoridad (religiosa). Pinocho se ve incluso colgado de un roble junto a dos ladrones (la crucifixión) y es tragado por una ballena, como Jonás. La nariz que crece y que le delata cada vez que miente ofrece otro conjunto de evidentes interpretaciones freudianas.
Las líneas iniciales del relato anuncian a sus jóvenes lectores que el libro, aunque pueda parecerlo, no es un cuento de hadas tradicional:
Érase una vez…. “¡Un rey!”, dirían inmediatamente mis pequeños lectores.
No, chicos, os habéis equivocado. Érase una vez un pedazo de madera.
El mundo de Pinocho no es ordenado ni se rige por normas: la policía arresta las personas equivocadas, los inocentes son castigados, Pinocho aplasta su conciencia (Petito Grillo). Es un mundo irracional, difícil de comprender – como el mundo real para muchos niños- Pinocho acaba siempre por tener problemas y, aunque promete enmendarse, es incapaz de hacerlo, con lo que no aprende nada y, en este sentido, conserva la inocencia. Pese a que la historia está repleta de advertencias y puede servir cono cuento moral sobre los peligros de contar mentiras, con lo que resulta atractivo para padres y maestros, es también un relato en el que se describe un mundo  extraño y aterrador –cosa que atrae a los jóvenes-.
El gran logro de Collodi no hizo que los libros italianos para niños iniciaran una racha de éxitos internacionales, aunque sí que impulsó una considerable producción interna. Del mismo modo, en Dinamarca, los cuentos de Hans Christian Andersen no se vieron seguidos por otros, y lo mismo sucedió en Suiza con la Heidi (1880) de Johanna Spyril. La sueca Selma Lagerlöf, sin embargo, encontró sucesora en Astrid Lingren (1907.-2002), madre soltera, como J.K Rowling. Lindgren escribió las aventuras de la niña de nueve años Pippi Calzalargas que han sido traducidas en todo el mundo.
Las adaptaciones de las novelas de éxito siguieron distintos derroteros. En 1907, en Florencia, el Giornalino Della Domenica anunció que se proponía publicar el diario de un muchacho, Gian Burrasca (es decir, Juan Borrasca). A final, Gian Burrasca se convirtió en una tira cómica, pero el personaje, el muchacho incontrolable, permanentemente dispuesto a provocar problemas y a hacer diabluras, pese a tener buen corazón, se convirtió, junto con Pinocho, en uno de los pilares de literatura infantil italiana. Gian borrasca era en realidas la adaptación de un divertido libro estadounidense titulado A Bad Boy Diary (1880), de Metta Victoria Fuller Victor (1831-1885). Metta Victoria era una de las principales figuras de la literatura popular estadounidense. Era la directora de la publicación mensual The Home: A Firesede Companion and Guide for  for the wife, the Mother, the Sister, and the Daughter, cuyo editor, Irwin P. Beadle & Co., era la empresa editorial más destacada en el campo de las novelas baratas. Metta Victoria había escrito un número de novelas, como las historias de esclavos titulada s Maum Guinea y The Gold-Hunters, además de otras obras dedicadas a dar instrucciones, como la que llevaba el atractivo título de The Dime Recipe Recipe Book: Embodying the latest and best information for the American household: a directory for the parlor, the nursey, the sick-room, the toalet, and the kitchen.
Algunos otros países lograron escribir clásicos internacionales para niños, pero no fueron muchos. Cabe mencionar, en Hungría, a FerencMolnár (los chicos de la calle Pal, 1907)
El patrimonio común de los europeos escritor por Donald Sassoon
En la gran mayoría de las páginas en las qué se puede leer o descargarse el cuento de “Las aventuras de Pinocho” (qué es el título de este cuento en español) ya nos ofrecen la oportunidad de poder elegir entre bastantes idiomas. Por ejemplo:
Albanés, alemán, árabe, bielorruso, búlgaro, catalán, checo, chino(simplificado), chino (tradicional), coreano, , croata, danés, eslovaco, esloveno, estonio, finlandés, francés, galés, gallego griego, hebreo, hindú, holandés, húngaro, indonesio, inglés, irlandés, islandés, italiano, japonés, letón, lituano, macedonio, malayo, maltés, noruego, persa, polaco, portugués, rumano, ruso, serbio, suajili, sueco, tagalo, tailandés, turco, ucraniano, vietnamita, Yiddish etc.






Tras la publicación de Pinocho, se desarrolla en toda Europa a fines del
XIX la literatura infantil; en 185<) se publica en Suiza la obra de Johanna

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